Concepto
Los trastornos alimentarios son alteraciones que afectan a la alimentación y nutrición y, por tanto, a la salud de la persona que la padece. Pueden llevar a consecuencias físicas y psicológicas graves a corto y largo plazo que dificulten el desarrollo físico y psicológico de la joven. Aspectos como el paro del crecimiento físico, la falta de la menstruación durante largos períodos debido al estado de desnutrición mantenido o bajadas de peso rápidas, osteopenias u osteoporosis son, entre otras, las consecuencias.
También dificulta poder realizar las actividades de la vida ordinaria tan importantes en la etapa de la adolescencia y la edad adulta joven como relacionarse, la escolarización y la adaptación a la vida laboral.
foto de Viktor Kostenko @viktorkostenko_
El trastorno alimentario: desconexión del mal estar sensorio-corporal y emocional
La persona que sufre un trastorno alimentario ha desarrollado durante su crecimiento psicológico y afectivo un sentido de sí misma poco amigable, interpretándose (sensaciones, emociones y pensamientos) de forma crítica y evaluadora, poco conectada con el verdadero ser que es (potente , único y vulnerable).
Para paliar los efectos de la no percepción realista, los síntomas de la Anorexia o de la Bulimia (el control, la obsesión del reto de un peso, la hiperactividad física, los atracones, los vómitos) ocupan cada vez más espacio en la mente proveyendo de desconexión hasta que se imponen como una forma “automática” de sentirse, pensar y hacer.
foto de Viktor Kostenko @viktorkostenko_
Tratamiento integral y equipo multidisciplinar
En Context entendemos que el trabajo multidisciplinar es condición necesaria para procurar una buena recuperación.
El psicólogo se ocupa de los talleres temáticos de autoestima, la distorsión de la imagen corporal, la aceptación corporal (belleza imperfecta pero única y no defectuosa), psicoeducación de las distorsiones cognitivas, potenciar habilidades sociales y prevención de recaídas.
El psicoterapeuta acompaña al paciente a entenderse, a escucharse sin prejuicios y con compasión ya crear una mente protectora que le orienta en la lectura de sus experiencias y sensaciones de forma confiada, realista y plena.
La psiquiatra ayuda en los momentos de crisis o sufrimiento agudo.
La nutricionista aporta apertura y flexibilidad en las ideas de la nutrición y alimentos, así como una regulación saludable del estado nutricional de la persona.
El dietista crea planes alimenticios variados, ricos, suficientes y sanos. Enseña el papel de la actividad física y el deporte por el cuerpo y acompaña en la instauración de hábitos y comportamientos en la mesa.
El chef ·realiza encuentros culinarios donde el ambiente relajado, permisivo y divertido fomenta la curiosidad por la gastronomía y el gusto de probar y comer.
El canto tiene componentes terapéuticos como ayudar a contactar con otro sintonizando las voces, satisfacción de la colaboración entre iguales, conectar con la propia voz y con la respiración (cuerpo), abanico de emociones que provienen de la música.
- Profesora Yoga Sensible en el Trauma: Yoga basada en la evidencia por personas que han sufrido trauma modelo llevado por Maria Macaya y la Fundación Radika.
- Integradora social: Aporta la reflexión y revisión de áreas de la vida de las pacientes como orientación académica o laboral, información sobre la organización del tiempo libre y funcionamiento de aspectos sociales.
- Arterapeuta: Mediante la producción artística con diversos tipos de material trabajamos aspectos personales que ayudan a avanzar en la autocomprensión y autocompasión. Técnicas como el Kintsugui o la elaboración de máscaras.
- Teatroterapia: El teatro tiene como objetivo dentro de nuestro trabajo en jóvenes que sufren TCA la posibilidad de expresarse dentro de un personaje, deshinibirse y experimentar otros roles. Liberarse de algunos y divertirse mostrándose.
Equipo con largo recorrido clínico
El equipo tiene experiencia de más de 25 años en el tratamiento de estas problemáticas, formación especializada y trabajo de crecimiento personal. Sabemos la importancia de la supervisión en nuestra profesión y de forma semanal la hacemos por el mismo equipo, y mensualmente por un supervisor externo.
Las teorías, docentes y supervisores que nos hacen quienes somos
El programa está inspirado en teorías y técnicas algunas de ellas con evidencia científica y otras con años de recorrido. El tratamiento por el trauma acumulativo de Van Der Kolk, las investigaciones sobre los estilos de apego y el desarrollo psicoafectivo del bebé y el niño (E. Tronik, Stern), la mentalización de Fonagy y la escuela intersubjetiva de Stolorow y el psicoanálisis relacional de Rosa Velasco y Ramon Riera.
Las teorías de la psicoterapia de grupo basadas en elAnálisis Transaccional de Eric Berne y George Escribano psicoanalista analista transaccional, nos dan una herramienta muy completa para que la paciente vea los diferentes Estados del yo que pasa en marcha de forma automática e integrarlos como modos protectores infantiles valiosos, pero que ahora no ayudan al crecimiento psicológico.
foto de Viktor Kostenko @viktorkostenko_
FAQs
Los profesionales de la salud expertos en el tratamiento de los Trastornos Alimentarios incluyen psicólogos, psicoterapeutas, médicos psiquiatras, nutricionistas y trabajadores sociales entre otros.
Los Trastornos Alimentarios tienen efectos significativos en la salud física (malnutrición, problemas digestivos, desajustes hormonales..) y mentales (trastornos del estado de ánimo, distorsión de la imagen corporal, aislamiento social). Es esencial recibir tratamiento y soporte profesional para abordar estos efectos.
Si se tiene una sospecha, el médico de atención primaria (médico de cabecera y pediatra) son los profesionales a los que dirigirse y en Cataluña a la ACAB, la Asociación contra la Anorexia y la Bulimia, Acab.org, que ofrece un servicio de información, soporte y acompañamiento específico para familias y afectados.
Aunque las redes sociales son un espacio de comunicación entre los jóvenes también puede ser un lugar donde se puede realizar apología de los Trastornos Alimentarios, existen mecanismos para denunciar estas prácticas.
Si, existen unidades especializadas en el tratamiento del trastorno alimentario, en caso de sospecha es necesario dirigirse al médico de cabecera o al pediatra que realizará una valoración y si lo considera pertinente derivará a la persona a una unidad especializada.
Si, el trastorno alimentario es considerado una enfermedad mental que afecta a la conducta alimentaria y tiene un impacto negativo en la salud física y emocional de una persona, requiere una atención especializada por parte de un equipo de profesionales de la salud.
Los signos de alerta de un Trastorno Alimentario pueden variar de una persona a otra sin embargo algunos de los más comunes incluyen cambios significativos en los hábitos alimentarios, pérdida o ganancia de peso inexplicable médicamente, obsesión por la imagen corporal, conductas restrictivas, preocupación excesiva por las calorías, cambios en el estado de ánimo, ejercicio físico excesivo y aislamiento social entre otros.
Es muy importante tener paciencia para acompañar a que la persona pueda ir haciendo conciencia de que tiene un problema.
Interesarse por otros ámbitos de la persona como la relación con los iguales, su estado de ánimo, estudios etc… Puede ayudarla a sentirse entendida.
No necesariamente, una persona puede estar sufriendo un trastorno alimentario y tener un peso dentro de la normalidad, por eso es muy importante estar atentos a otros signos como las oscilaciones del estado de ánimo, si la persona se aísla de los amigos…
Si sospechas que alguien puede estar sufriendo un trastorno alimentario muestra comprensión y ayúdala para que pueda pedir ayuda a un profesional.
Si, una persona que recibe un tratamiento donde se restablecen los hábitos alimenticios sanos, realiza un proceso psicoterapéutico donde aprende a tener una idea de ella más fresca y realista y aprende a relacionarse con los demás más espontáneamente podrá continuar con su proceso vital.
No, la normalización de los hábitos nutricionales saludables y la estabilización del peso es necesaria, pero no suficiente. Es imprescindible que el tratamiento incluya un proceso psicoterapéutico para que la persona pueda comprender los motivos profundos que sustentan su sintomatología alimentaria.
